Todos los días hay cosas que decir, pero otras tantas
que callar. Durante mucho tiempo he callado, silenciado por la vida. Hoy es el
día de hablar, de contar historias; de reír con ellas, de llorar por ellas, de
bailar junto a ellas. Es hora de volar, de ver un horizonte más allá de ellas,
de sentirte libre, las historias no pueden ser vividas si no hay libertad.
A esa libertad me remito, hoy es día para crear,
para inmiscuirse en la vida de personajes irreales creados únicamente por mi
mente, modelados por mi corazón, plasmados con mis manos sobre un papel que retiene
el negro de unas palabras mejor o peor establecidas sobre un fondo blanco, sigiloso.
Así pues, os contaré la historia de los sentidos. Se
trata de un juego, de la unión de sentimientos y sentidos. Os parecerá una tontería, pero
me gustaría que probarais. Es una canción, consiste en escucharla, en cerrar los
ojos e imaginar una historia.
A continuación, os presento de nuevo la misma
música, pero esta vez debéis abrir bien los ojos para mirar el vídeo con
detenimiento e inventar una historia.
En ambos habéis pensado una serie de cosas, en ambos se han
concebido historias, ¿iguales? Seguro que no, he ahí la creación de una
historia en libertad.
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