Mi historia como cuento

Una historia de amor es como un cuento, ¿por qué? Pues la verdad al igual que las historias de amor comienzan, los cuentos tambien, uno y otro lo hacen de la misma forma y esa no es otra que nuestros propios actos, bien la palabra, la mirada o el tacto en representación de nuestros sentidos son lo que inician las historias de nuestra propia vida, pero los cuentos se inician con nuestra mirada, sólo con ella pero es igual de válido pues la mirada, al igual que el gusto o el tacto retransmiten sus ondas al cerebro y este activa nuestro cuerpo.

Los cuentos y las historias de amor pueden acelerarnos el corazón. y desde ese principio vamos pasando páginas y páginas, unas veces en un cuento, otras en nuestra propia vida. nunca sabes lo que te vas a encontrar, pues uno y otro tienen una capacidad mágica para atraernos de tal forma que nos enamoramos por completo.

Y el cuento sigue, quieres seguir hasta que... ocurre lo peor. Hay un hecho en el cuento que no te gusta, es más, lo odias. Ya no eras lo que esperabas. El cuento te ha defraudado. no sabes si seguir por terminar la historia sea como sea o cerrarlo para siempre sin saber qué ocurrirá, si habrá alguna manera para que ese hecho tan desagradable sea olvidado por tu mente, o por lo que es más: tu corazón.

La verdad es que aunque podamos cerrarlo de forma definitiva seguimos, aún sabiendo el final y todas sus consecuencias. no nos ha gustado, y eso es algo que ya hemos decidido antes de llegar al final. ¿Por qué seguir entonces? ¿Por qué torturarnos perdiendo el tiempo?

Todo sería mucho más fácil si fueramos valientes. ¿Lo somos? hay más cuentos, infinidad de ellos están esperando a que los abras y comiences a leerlos. Eso si, piensa que nunca con la obligatoriedad de acabarlos. Sólo los bonitos, aquellos que te atraen y no te defraudan son los que merecen la pena. y todo esto ocurre en los cuentos y en las historias de amor.