Desvarios

¿Por qué escribir de nuevo? Todo tiene una razón, una causa, un inicio; y por consiguiente un destino, una consecuencia, un final. La vida comienza y acaba por diversos motivos: destino, amor, casualidad... El amor no es diferente y me atrevería a decir que mucho más complicado, ¿cómo comienza? y lo que es más: ¿cómo acaba? Muchos tendrán razones para ambos procesos, pero sin lugar a dudas, me atrevería a sentenciar que se equivocan sobre la idea preconcebida.

Aquí no se trata de buscar una explicación lógica a todos los tipos de amores que profesamos hacia las cosas que nos rodean: ciudad, familia, amigos, novia/o; lo que aquí se trata es esa parte de lo ilógico o irracional que nos lleva a un estado en el que nuestro corazón siente una presión extraña, en el que nuestro estómago ha perdido el apetito, en el que nuestra piel suda sin motivos aparentes más que por la simple existencia, por el simple pensamiento en ella; o por su cercanía.

Y de repente todo eso se va, ¿es entonces ahí cuando dejamos de amar? Cada uno pensara diferentes cosas, pero el amor no se manifiesta, no es mayor o menor si nos ponemos más o menos nerviosos, ni si sudamos más o menos, ni se comemos... el amor desde mi punto sólo tiene un punto en el que determinar si existe o no, y ese punto es la felicidad que nos produce.

Si alguien/algo te hace feliz, ¿dirías que no le amas? Y por el contrario, ¿amarías a alguien/algo que te hiciese desdichado?

PD: Piénsalo, la solución no está en mí, está en tu corazón. Busca el amor y encontrarás la felicidad